PASAJE: Nehemías 2:19-20
EL PUNTO: La oposición va a venir.
Algunos creen que la voluntad de Dios siempre involucra bienestar físico y financiero. Esto implica que hablar positivamente, la fe, y el diezmo aumentará la riqueza material de uno. Este es el “evangelio de la prosperidad” y está plagando el cristianismo estadounidense. ¡Algunas de sus prácticas son geniales! El discurso positivo, la fe y el diezmo son grandes cosas, pero la motivación detrás de ellos es lo importante. El evangelio de la prosperidad reemplaza a Jesús por nosotros mismos. Hace de Jesús nuestro mayordomo, no nuestro rey. Simplemente no es cierto. ¡Sólo mira a los discípulos! Sus vidas terminaron mal. Me refiero muy mal. Búscalo en Google.
Repetidamente en todo el Libro de Nehemías (junto con los Hechos y otros lugares en la Escritura), vemos que, en medio del progreso la oposición siempre viene. A medida que el Reino de Dios avanza, el reino carnal viene luchando. Pero hay ánimo en medio del desaliento. A través de la oposición, el Reino de Dios avanza. Dios siempre obtiene la gloria a través de la oposición, las dificultades y las debilidades de la iglesia cristiana.
Puedes ver esto de dos maneras. Uno, podrías encontrar a Dios como egoísta, duro y sin amor. ¿Por qué un Dios bueno permite que ocurran cosas malas? ¿Por qué no querría Dios que yo tuviera una vida grandiosa y próspera aquí en la tierra? O podrías ver a Dios como bueno, amoroso que usa estas cosas para indicarnos algo más grande que los tesoros terrenales: Él mismo. Hay gente que lo tiene todo; pero todavía están vacíos. A la inversa, hay personas sin posesiones terrenales que están llenos de gozo. ¿Por qué? Porque han encontrado una bebida que hará que nunca vuelvan a tener sed.
Es porque han encontrado el camino, la verdad y la vida. Cuando encuentras a Jesús, encuentras satisfacción y felicidad que van más allá de la riqueza material o del placer terrenal. Jesús es más grande. Es en esta verdad que podemos resistir la oposición que se nos presentará.