EL PASAJE: Nehemías 2:4-5
EL PUNTO: Dos maneras de orar
Una vez pensé que mi esposa y yo éramos bastante parecidos. ¿Ahora? Sigo encontrando cada vez más formas en que somos diferentes. Una de las principales diferencias es que soy una personalidad tipo A. Esto significa que me gusta tener toda mi vida organizada de ciertas maneras. Cuando todo está en orden, yo estoy listo. Mi esposa, por otro lado, es una personalidad tipo B. Esto significa que lo que hago simplemente la estresa.
Ella es mucho menos neurótica que yo y mucho más “espíritu libre.”
En Nehemías, vemos dos formas diferentes en que operó su vida de oración. En Nehemías 1, él tiene tiempos de oración y ayuno detallados, largos y organizados. En el capítulo 2 de Nehemías vemos la oración que él hizo por cuatro meses; pero en el versículo 4, lo vemos usar una oración rápida, apropiada para ese momento de necesidad; una oración de “espíritu libre”. ¿Cuál de estos tipos de oraciones empleas más? Algunos constantemente apartan 15 minutos por la mañana para orar.
Todos los días oran pidiendo paciencia con Kathy, esa compañera de trabajo, que rompe la impresora todos los días; pero cuando se ponen a trabajar y ella rompe la impresora, no piensan en responder con una oración.
¡Algunos no reservan tiempo para la oración regular! Ellos oran sobre la marcha en su lugar. Estas son las personas que se despiertan 20 minutos antes de ir a trabajar, y cuando entran corriendo a su oficina, ¡ahí está Kathy otra vez! ¡Vamos, Kathy! Pero, después de un pequeño colapso nervioso, recuerdan que deben llevar ese asunto ante el Señor, así que lanzan una oración rápida. Otros por su parte, no son diestros en ninguno de los dos tipos de oración, a éstos, no les gusta mucho Kathy.
La verdad es que necesitamos ambos tipos de oración. Esta verdad es simple, y sé que ya lo sabe, debemos tomar en serio la oración.
La oración es donde el poder de Dios y la iniciativa humana chocan. Nada de significado eterno viene separado de la oración.