Relentless Pursuit

SEMANA 1 DÍA 6: UNA LLAMADA A LA ACCIÓN

EL PASAJE: Nehemías 1:11

EL PUNTO: La oración conduce a la acción.

Pagué $ 12 para sentarme en una habitación oscura. ¡Doce dólares! La película fue terrible. ¡Prefiero ver dos horas de videos de gatos! Salí de ese teatro y le dije a mi amigo: “¡Esa actuación fue terrible!” Esa experiencia hizo que me diera cuenta de algo. Aquí estábamos pagando $ 12 para sentarnos en una habitación oscura para ver, algunos de los mejores actores del mundo. Si yo fuera ese actor, esa película ni siquiera llegaría a la pantalla grande. La mía iría directamente al DVD … en 2018. Verá, es mucho más fácil ser el espectador que el actor. ¿Ser espectador es fácil, pero y ser visto? No tanto.

Mi temor es que muchos de nosotros nos hemos convertido en espectadores que ven el Reino de Dios como si fuera una película de guerra, en lugar de verse a sí mismos como soldados tomando parte en ese conflicto. Nehemías no lo vio de esa manera. Él fue a la guerra para traerle gloria a Dios a través de la reconstrucción del muro de Jerusalén, pero aún no conocía sus órdenes. Entonces, ¿qué hizo él? Él oró y ayunó. Fue a través de las semillas de la oración y el ayuno que las acciones surgieron. Tendemos a ver la oración como una acción pasiva en lugar de una pasión activa.

Lo que eso nos causa es peligroso.

Podemos orar para que Dios haga algo; pero nuestras oraciones pueden ser llantos por autopistas que avancen el movimiento del evangelio en el futuro, en lugar de puertas hacia el movimiento del evangelio justo frente a nosotros. ¡No te pierdas lo que Dios quiere hacer!

La oración puede funcionar como manos trabajando en el  barro de nuestras cargas,

conformándolas en algo tangible y bello. En esa forma dada por Dios, nuestras cargas ganan la capacidad de  mantener la tierra para que las cosas crezcan. Nehemías tenía una gran carga por el pueblo de Dios y  por la ciudad de Dios, para la gloria de Dios; pero él necesitaba la dirección de Dios. Necesitamos esa misma dirección. Nuestras oraciones ayudan a dar forma a nuestras acciones; ¡pero por favor entiendan que esto no es una cosa pasiva! La oración nos lleva a la acción. Nos llama a movernos. Cuando tenemos comunión  con un Dios tan santo, tan poderoso, y tan amoroso, no podemos seguir siendo espectadores.

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