Relentless Pursuit

DEVOCIONAL | SEMANA 5 DÍA 1

ADVERSIDAD INTERNA

EL PASAJE: Nehemías 5:1-5

EL PUNTO: De vez en cuando, la vida se llena de adversidad.

Muchas veces, la adversidad proviene de una fuerza externa o de una institución externa que nos empuja contra la pared. Pero ¿qué pasa cuando la adversidad a la que nos enfrentamos proviene de nuestra propia familia, nuestra propia carne y hueso, o incluso nuestra propia comunidad? Ese es un tipo de adversidad completamente diferente. Pero para cada adversidad, ya sea interna o externa, Dios sigue siendo la solución.

En Nehemías 4, Nehemías enfrentó adversidad externa. Los árabes, los amonitas y los de Asdod conspiraron juntos para luchar contra él, por el trabajo que estaban haciendo para el pueblo de Dios. Pero en Nehemías 5, vemos que la adversidad no proviene de una fuente externa, sino interna. ¡Las personas estaban siendo oprimidas por sus propios hermanos judíos!

Para Nehemías, el viejo adagio, “cuando llueve, se derrama,” era cierto. Él era  golpeado con un problema tras otro. Había deuda, hambre, impuestos y préstamos. ¡Había desigualdad,  esclavitud, intereses, deudas, hambre, impuestos, préstamos, intereses y deudas!

Puedes ver cómo los problema se seguían acumulando unos sobre otros, y la gente de Dios no tenía sentimientos. No había dinero, ni comida, ni propiedad. Incluso los niños fueron vendidos como esclavos con la esperanza de pagar sus deudas.

El pueblo de Dios clama. Cuando el pueblo de Dios clama por ayuda, ¡Él  interviene! Puede usar el  maná que cae del cielo o un hombre de la tierra, pero siempre responde. En el caso de los judíos en este tiempo, Dios usó a un hombre, Nehemías. En el pasado, Dios usó el maná. Para nosotros hoy, Dios usa ambos. Verás, Jesús es tanto el maná como el hombre. Él es el pan del  cielo y el hombre que tomó la forma de un siervo y nació en la tierra. Él es la solución y la salvación. Él está con nosotros en cada prueba que enfrentamos. Así que sin importar la adversidad que enfrentemos, ya sea interna o externa, recuerda que cuando clamamos por ayuda, ¡Dios siempre interviene!

PROCESANDO:

¿A quién registran las Escrituras como la fuente de la opresión en este capítulo?

¿En qué se parecían los problemas que enfrentaban los judíos a los que enfrentamos hoy?

¿Cómo nos indican estos problemas lo que Jesús hace por nosotros hoy?

PLANIFICANDO:

¿Percibes un clamor vehemente en nuestra comunidad?

¿Qué crees que Dios quiere que hagas acerca de eso?

¿Qué acción simple puedes tomar para marcar la diferencia?

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