EL PASAJE: Nehemías 1:11
EL PUNTO: Dios te tiene donde Él te quiere.
Cuando leemos la Biblia, tendemos a ver a la gente como extraordinaria. Miramos a Nehemías como miramos a Michael Jordan en el baloncesto, Steve Jobs en los negocios o Beethoven en la música. Los vemos como personas con las que no podemos compararnos, o estar a la altura de ellos – personas de las que aun se habla, años después de su carrera. Ver a Nehemías de esta manera, puede ser realmente perjudicial para nosotros de dos formas diferentes. Por un lado, leemos acerca de él y decimos: “Él es ese tipo de persona…no como yo.” Con ese estado de ánimo, nos obstaculizamos. El segundo daño es que la Biblia se convierte en un drenaje para nosotros. Comenzamos a exaltar la obra del hombre mientras disminuimos la obra de Dios. La Biblia está llena de pecadores – personas que se parecen mucho más al tipo hiperactivo que se sienta en la última fila de la arena, mucho más de lo que se parecen a Michael Jordan. Y Nehemías seguramente no fue perfecto, PERO aun así, Dios decidió usarlo.
Al final del capítulo uno, finalmente juega sus cartas y nos dice que era un copero del rey.
Él era el hombre de la mano derecha del rey, de confianza a quien se le encargaba probar la comida y bebida del rey para asegurarse de que no estuvieran envenenadas.
Este era un buen trabajo y probablemente un lugar pintoresco y agradable para trabajar, a menos que el vino estuviera envenenado. Nehemías no nos dice su posición para decirnos su identidad. Nos dice su POSICIÓN para contarnos su MISIÓN.
Dios le dio a Nehemías una carga y una posición para hacer lo que Dios quería que él hiciera. Dios también te dio una carga y una posición para hacer lo que Dios quiere que hagas. No estás en el sur de la Florida por casualidad. No estás en tu trabajo o escuela por casualidad. Dios te ha colocado estratégicamente donde ÉL te quiere. No tienes que ser extraordinario, solo tienes que estar disponible.
No tienes que empezar grande y extravagantemente; solo puedes dar un paso.